Debido a todas sus numerosas bondades, es denominada la roca de la sanación. Sus efectos tienen consecuencias tanto en la salud física como la emocional. Los romanos la calificaban como medicinal y también la empleaban como talismanes. Uno de los grandes historiadores, Plinio, consideraba que al quemar estas piedras era posible alejar las tormentas.
Antiguamente se decía que si una mujer consumía el agua en la que había sido sumergida un Ágata verde, podría superar cualquier tipo de problema de infertilidad, prevenir abortos y evitar inconvenientes durante el periodo de embarazo.
Está relacionada con el chakra cardíaco, por lo que uso frecuente permite mejorar la obstrucción de las arterias. También está indicada para problemas de la vesícula y el hígado.
Es utilizada para mejorar las relaciones amorosas. Se considera que puede alejar las infidelidades en la pareja. Ya los estudiantes utilizan el ágata verde para elevar los niveles de concentración.
Es capaz de desarrollar la autoestima y contrarrestar los niveles de depresión, que también pueden desencadenar otros problemas en el organismo. Si se trata de personas introvertidas, esta piedra puede sacar a relucir el lado más divertido. Algunas personas emplean el ágata verde para poder conocer más a fondo sus emociones a través de la meditación. Es utilizada para la resolución de todo tipo de disputas.
Adicionalmente, quien porta una pieza de ágata verde tiene una protección adicional, como si se tratase de un amuleto que mantiene alejadas energías negativas como la envidia, el odio y el mal de ojo. Se recomienda colocarle del lado derecho del cuerpo.
Si se van a emprender viajes por tierra o por agua, esta piedra permite que la travesía sea segura y que se pueda retornar a casa sin ningún tipo de inconveniente..